El otro cataclismo de Pompeya Irene Hdez. Velasco El Mundo 6/10/2010
La dejadez institucional y la corrupción lastran las ruinas, cada vez mas degradadas La restauración del Teatro Grande es todo un desastre, según los expertos
Hace exactamente 1931 años la ciudad romana de Pompeya quedó sepultada bajo la lava del Vesubio. Y ahora esa zona arqueológica, considerada por muchos como la mas importante del mundo y declarada en 1997 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, se enfrenta a otro importante cataclismo: la incompetencia de los responsables culturales italianos. Desde hace varios años, Pompeya se encuentra en una situación de grave deterioro. La basura inunda el lugar, florecen los falsos guías que se aprovechan de los turistas, se multiplican los restaurantes sin licencia que incumplen las normas de higiene... Por no hablar de las fosas sépticas excavadas a pocos metros de las antiguas murallas de la ciudad, levantadas hace 2.000 años. O de las columnas de antiguas viviendas romanas restauradas (por decir algo) a base de cemento y hormigón. La situacion ae Pompeya era tan terrible y desesperada que, en julio de 2008, el Gobierno de Silvio Berlusconi decidió intervenir, nombrando un responsable de Protección Civil que se encargara de su-pervisar lo que ocurria en la zona. Pero el remedio esta resultando aún peor que la enfermedad. No es sólo que los ilustres miembros del Observatorio italiano del Patrimonio Cultural se echen las manos a la cabeza por el modo en el que ha sido restaurado el Teatro Grande de Pompeya, construido en la primera mitad del siglo II a. C. y ampliado posteriormente. «La intervención en el teatro es una auténtica e inconcebible masacre, Ilevada a cabo en el interior de uno de los monumentos arqueológicos mas significativos de la Humanidad», denuncia Antonio Irlando, responsable de esa organización, mientras se echa las manos a la cabeza por los materiales modernos que se han empleado en la restauración de ese edificio v lo excesiva que ha sido la intervención. No es únicamente que, según denuncian los sindicatos, las obras de reparación del Teatro Grande se hayan disparado hasta un 40% del presupuesto inicial, desatando las sospechas de corrupción. De hecho, una investigación judicial esta indagando si hubo chanchullos varios con los materiales y los métodos con los que se llevaron a cabo esos trabajos durante el año, basta junio pasado, que Marcello Fiori fue el comisario especial de Protección Civil para Pompeya. Pero, por si todo eso no bastase, la zona arqueológica esta desde hace seis meses sin nadie al frente. Y el Unico candidato cuyo nombre suena para el cargo, Angelo Maria Ardovino, esta siendo investigado por la fiscalía de Salerno por un presunto delito de corrupción. Ante esta situación, no es de extranar que buena parte de la prensa italiana se haya lanzado a la yugular del ministro de Cultura, Sandro Bondi, como responsable final del desastre que se esta escenificando en Pompeya. «Degradacion y derroches: Pompeya, sin gufa desde hace seis meses», titulaba un demoledor articulo a toda pagina que publicó el domingo La Repubblica. Y ayer el Corriere della Sera dedicaba al asunto su editorial de portada, bajo el título La humillación de Pompeya.
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